De Unicornio a Causa de Divorcio: La Aventura de Carla en el Mundo de las Triadas

Érase una vez una joven valiente (o tal vez un poco ingenua) que decidió convertirse en el unicornio de una pareja casada. Sí, esa fue Carla. Todo comenzó como un cuento de hadas moderno: conocio a Joseph, hizo las preguntas correctas para asegurarse de que su relación de 20 años era sana y estable, y luego la conocio a ella. Se gustaron, formaron una triada y, por un tiempo, todo fue mágico. Pero, como en toda buena historia, llegó el drama. Adriana terminó con Carla, le prohibió a Joseph seguir viendo a Carla, y lo que siguió fue una montaña rusa emocional que terminó en divorcio. ¿La lección? El poliamor es como un juego de ajedrez: incluso si haces todos los movimientos correctos, a veces el tablero explota. Aquí te cuento su historia.

El Inicio: Hola, ¿Eres un Unicornio?

Todo comenzó cuando Carla conocí a Joseph online. Era encantador, divertido y, lo más importante, estaba en una relación abierta. Hizo todas las preguntas importantes:

- "¿Están realmente bien con esto?"

- "¿Han hablado de sus límites?"

- "¿Estás seguro de que no vas a arruinar tu matrimonio de 20 años por esto?"

Él le aseguró que todo estaba bajo control. Spoiler: no lo estaba.

Conociendo a la Esposa: ¿En Serio Nos Gustamos?

Unos meses después, conoció a Adriana. Y, sorpresa, ¡todo bien! Era inteligente, divertida y compartían el mismo gusto por el vino tinto. Formaron una triada y, por un tiempo, todo fue perfecto. Éran como un trío de superhéroes: él era el cerebro, Adriana era el corazón, y Carla… bueno, era el unicornio.

El Primer Problema: ¿Por Qué Ya No Me Quieres?

Pero, como en toda buena telenovela, llegó el conflicto. Adriana decidió terminar con Carla. No hubo explicación clara, solo un "esto ya no funciona para mí". Y luego vino la prohibición: él ya no podía ver a Carla. Ahí fue cuando Carla pensó: "Bueno, esto se está poniendo incómodo."

El Dilema: ¿Sigo con Él o Me Voy?

Carla y Joseph decidieron seguir viéndose. No fue la mejor decisión. Pero, el corazón (y otras partes del cuerpo) quieren lo que quieren. Sin embargo, esto solo empeoró las cosas entre ellos. Su relación se deterioró tanto que terminaron divorciándose. Y, aunque no fue la intención de Carla, se quedó con el título no oficial de "Causa de Divorcio".

La Lección: No Eres Terapeuta (Ni Salvavidas)

Carla prendió varias cosas de esta experiencia, pero la más importante fue esta: no hay manera de predecir el futuro. Puedes hacer todas las preguntas correctas, establecer todos los límites y comunicarte hasta el cansancio, pero al final, las relaciones son impredecibles. Además, intentar ser el mediadora o terapeuta entre una pareja es agotador y poco sano. No es tu trabajo arreglar sus problemas, especialmente si eso significa sacrificar tu propia paz mental.

El Lado Positivo: Hay Material para un Libro

Aunque todo terminó en caos, al menos salió con una buena historia que compartió en una de nuestras sesiones y me ha permitido compartirla con ustedes, Si algo le hice entender es que no fue la única culpable. Las relaciones son cosa de dos (o tres), y todos tenemos nuestra parte de responsabilidad.

Consejos para Futuros Unicornios (y No Unicornios)

Si estás pensando en entrar en una triada, aquí tienes algunos consejos;

- **Haz preguntas, pero no te obsesiones.** No importa cuánto analices, no puedes controlar el futuro.

- **Mantén la comunicación abierta, pero no te conviertas en su terapeuta.** No es tu trabajo arreglar sus problemas de pareja.

- **Prepárate para lo inesperado.** El poliamor es como una caja de chocolates: nunca sabes lo que te va a tocar.

- **No te culpes.** Las relaciones son complicadas, y a veces las cosas simplemente no funcionan.

Conclusión: "El Poliamor es una Aventura (No un Manual de Instrucciones)"

Al final del día, el poliamor es una aventura llena de altibajos. A veces terminas siendo el unicornio de una pareja feliz, y otras veces terminas siendo la "causa de divorcio". Pero, independientemente de cómo termine la historia, lo importante es aprender de la experiencia y seguir adelante con humor y gracia. Ademas esto reitera una vez mas que las relaciones con unicornio nunca terminan bien.

¿Has tenido una experiencia similar? ¿Qué lecciones aprendiste? ¡Compártelo en los comentarios! Y recuerda: el amor es como el vino, a veces es dulce, a veces es amargo, pero siempre es mejor compartirlo con alguien que te valore. 😊

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