No Son Reglas, Son Límites (Hasta Que Alguien Los Cruza y Se Arma el Drama)
En el mundo del poliamor, nos encanta decir que "no tenemos reglas, solo acuerdos y límites".
Se oye súper progresista, maduro y libre. Casi poético.
Pero la verdad es que los límites son como los términos y condiciones de una app:
📌 Todos dicen que los leen.
📌 Nadie los recuerda.
📌 Y cuando algo explota, ahí están diciendo: "¡Pero si eso nunca se habló!"
Así que, con humor y cariño, vamos a desglosar los límites poliamorosos que nadie respeta hasta que es demasiado tarde.
No Vamos a Contarnos Todo (Hasta Que Queremos Saberlo Todo)
Al principio, todos juran que no quieren detalles.
"Yo no pregunto, solo disfruto mi relación y ya."
Dos semanas después:
👉 "¿Y qué hicieron?"
👉 "Pero dime, ¿cómo fue?"
👉 "¿Te gustó más que conmigo?"
Y ahí estás, atrapado en una entrevista estilo FBI, tratando de responder sin que te cancelen la membresía del poliamor.
No Nos Vamos a Enamorar de Otras Personas (JAJAJAJA, Claro)
Este es un clásico.
🔥 "Es solo sexo, sin emociones."
🔥 "Nos queremos mucho, pero sabemos separar las cosas."
Dos meses después:
👉 "Oye, ¿y si los invitamos a ver una película? Sin sexo, solo compartir."
👉 "Creo que los extraño un poquito."
👉 "Mi amor, tenemos que hablar..."
BOOM. Ya estás enamorado.
Y ahora toca renegociar todos los acuerdos porque nadie puso en el contrato que los sentimientos iban a meterse donde no los llamaron.
Nada de Celos (Hasta Que Alguien Tiene un Viaje Romántico y Tú No)
Tú, al principio:
"Yo no soy celoso, el amor es infinito."
Tú, cuando te enteras de que tu pareja va a un fin de semana de spa con alguien más:
"Bueno, tampoco es que el amor sea tan infinito, ¿no?"
De repente, ahí estás, analizando si ese nuevo vínculo está recibiendo "demasiado tiempo" o si "tú también mereces un viajecito".
Y claro, como buenos poliamorosos, no se llama celos, se llama necesidad de balance.
(Claro, claro… 😏)
Nada de Traer Vínculos a la Casa (Hasta Que Nos Gusta y Queremos Desayuno en Grupo)
Regla inicial:
"Cada quien con su espacio, no mezclamos."
Realidad:
"Oye, ¿y si se queda a dormir? Está lloviendo."
"Mira, se lleva bien con los gatos."
"Oye, pues ya que está aquí… ¿quiere desayunar?"
Y de repente, tu casa ya parece una comuna hippie donde la regla de "no traer vínculos" se desmoronó en cuanto alguien hizo unos buenos pancakes.
Siempre Comunicación Honesta (Hasta Que Te Toca Dar Una Mala Noticia)
El poliamorista promedio ama decir:
"Aquí todo es comunicación y transparencia."
Hasta que toca decir:
👉 "Mira… no es por nada, pero no me gustó mucho tu nuevo vínculo."
👉 "La verdad, anoche no me divertí tanto como pensé."
👉 "Necesitamos hablar de cómo me sentí cuando…"
Y de repente, la persona más open mind del mundo está tiritando de ansiedad, sin saber cómo decir algo sin parecer tóxico.
Porque sí, comunicación honesta, pero también cuidemos la paz emocional de todos, ¿no?
Conclusión: No Son Reglas… Hasta Que Lo Son
El poliamor suena súper libre y sin estructuras, pero al final los límites están ahí para que nadie salga herido (en teoría).
Eso sí, recuerda que los límites son negociables, renegociables y a veces simplemente olvidables…
Hasta que alguien los cruza.
Y ahí sí, se arma la asamblea general del poliamor con PowerPoint y todo. 😆