El Poliamor es un Superpoder

Como muchas personas, crecí creyendo que la monogamia era la única forma de tener una relación plena. Era lo que veía en las películas, en los cuentos de hadas y en los chismorreos de la tía que criticaba a cualquiera que se desviara del "camino correcto". Pero ahora, me tocaba desaprender y sumergirme en un mundo tan complejo que, en ciertos momentos, fue agotador.  

Sin embargo, rendirme no era una opción. Había descubierto algo grande, algo que me resonaba profundamente, y tenía que aprender a navegar entre un universo de matices y personas fascinantes. Porque ahora, por primera vez, no estaba sola en esto.  

Con el tiempo, llegué a ver el poliamor no como un rechazo al amor tradicional, sino como una expansión del mismo. No se trata de tener menos amor para repartir, sino de darte cuenta de que el amor no es un recurso finito. Cuanto más amas, más tienes para dar.  

Y justo cuando pensaba que ya tenía suficiente para procesar, me encontré con subgrupos aún más interesantes: swingers, kinkys, asexuales y todo lo que existe en ese hermoso espectro intermedio. Así que sí, me toca explicarte más de lo que pensaba, pero aquí voy, porque este blog es mi espacio para compartirlo todo.  

Ahora siento que tengo un súper poder. Y no, no vuelo ni lanzo rayos láser por los ojos (todavía), pero lo que sí tengo es la capacidad de vivir la vida a plenitud, sin restricciones, de forma genuina y auténtica. Claro, como todo gran poder, también conlleva una gran responsabilidad: las dificultades de cualquier relación se multiplican por el número de personas que agregues a tu *polícula* (esa hermosa red de relaciones amorosas que vas tejiendo).  

Pero te digo algo: vale la pena.  

Vivir de forma ética, con comunicación constante y abierta, es algo que cambia por completo la dinámica de cualquier relación. Y aquí viene el mejor secreto de todos: este "súper poder" no es exclusivo del poliamor. Puedes aplicarlo a cualquier relación, incluso si eres monógamo.  

Te invito a intentarlo. Lleva tu comunicación a otro nivel. Habla abiertamente sobre tus sentimientos, miedos y deseos. Practica la honestidad radical. Atrévete a poner sobre la mesa esas conversaciones que normalmente esquivas. Y verás que, sin importar el tipo de relación que tengas, te sentirás más empoderado(a) que nunca.  

Porque al final, la comunicación lo es todo.


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